miércoles, 14 de diciembre de 2011

¡Qué duro es ser blando!

Yo sé que a muchos de vosotros os encantaría conocerme. No podría ser de otra forma, porque, reconoced conmigo, soy un ser especial.
Y no creais que estoy hablando en broma: es absolutamente cierto.
(Tan cierto como que cada uno de vosotros lo es, pero más, porque nunca me dejé llevar por modas, normas preestablecidas, mandamientos de la iglesia o autoridades no demostradas).
Y dentro de mi especialidad está el no ser convencional en lo social: no escapo de la gente, sé estar con ella por momentos; me organizo bien en grupo; sé trabajar en equipo (incluso sé crear y dirigir equipos); pero me encanta estar sola. Soy un ser solitario y silencioso. Necesito la soledad y el silencio tanto como comer y dormir. Y ya sabeis que como mucho y duermo mucho.
He tenido la suerte de poder cumplir mis sueño: vivo con mis animalitos, en la naturaleza y trabajo en la ciudad, rodeada de chicos y compañeros. Todas las facetas de mi vida (de lo que yo considero vida feliz) están cubiertas.
Me encuentro en la parte de arriba de la Pirámide de Maslow. En el pico más alto . Todo cubierto.
Aro, que me ha visitado este verano. Y ha dicho eso de mi.
Y es cierto: cerca  cuando está lejos y se mantiene lejos aunque esté cerca.
Sé que amuchos de vosotros os encantaría conocerme. No podría ser de otra forma (etc)...
Pero yo he elegido una forma de vida concreta y quiero que así siga siendo.
Soy un ser solitario y silencioso (etc)...
Y quisiera que así siga siendo...